CINCO DE ESPADAS. Esta carta, guerrero inquieto, ha viajado todo el verano. Estuvo en una asamblea feminista, en una plaza donde se contaron cuentos, en un bar, en la playa. No encontraba el lugar donde quedarse. La música sí le gustó. En esa casa se oía mucha. De violín y de piano y trozos de canciones en un inglés imposible. Por eso se ha quedado allí escondida. Sabe esperar porque ..."el sable corta los límites del tiempo".
Del cinco se murmura que le gusta ser..."tránsito, una idea que puede transformarse en un camino a seguir." Y dicen que puede ser peligroso, te lleva a perseguir ideas insensatas.